jueves, 28 de junio de 2012

Fibromialgia y Fatiga Crónica, …la enfermedad del cuerpo y del alma


“Con paso lento y fatigoso, entra en la consulta del médico y se sienta en esa silla que ya conoce, pues no es la primera vez. Tampoco es el primer médico a quien acude por lo mismo, ha recorrido más de diez…
- Doctor, me duele todo. Me han hecho muchas pruebas y me dicen que no tengo nada, pero… me siento muy enferma.
El Doctor revisa las analíticas, las radiografías y las resonancias y, efectivamente, no detectan nada fuera de lo “normal”.
Esta vez, el Doctor se levanta y se dispone a explorarla.
            - ¿Duele aquí?
            - Uy, sí!
            - ¿Y aquí?
            - También, también…
No sólo le duelen los famosos dieciocho puntos. Le duelen treinta, o cincuenta, o quizá cien. No le ha dicho al Doctor que también tiene una gran fatiga, y ardores de estómago, y migrañas frecuentes, y fluctuaciones de la temperatura corporal, y ansiedad e insomnio, y ánimo deprimido… Le ha dicho que le duele el cuerpo, pero no le ha dicho… ¡que le duele la vida!
            - Señora, usted tiene Fibromialgia.
¡Por fin hay diagnóstico!, y la mujer casi se alegra. Así, con su etiqueta pegada en la frente, quizá alguien la crea…, su familia, sus amistades, sus compañeros de trabajo y quizá también su jefe. Luego, irá a la farmacia a comprar uno de esos grandes pastilleros, donde irá colocando todas y cada una de las píldoras que van a recetarle y que se irá tomando obedientemente, al principio con fe, luego con migajas de esperanza y, al cabo de un tiempo, sólo por fastidiosa rutina…
Pasaran los días, pasaran los años… El dolor seguirá siendo su más fiel compañero.” 

domingo, 17 de junio de 2012

El Paracosmos infantil: la fantasía como mecanismo de adaptación



El concepto de Paracosmos es un término apadrinado por los psicólogos infantiles Robert Silvey, Stephen A. Mackeith y David Cohen que desarrollaron en los libros: “Paracosmos, una forma especial de fantasía”, en 1988, y “El desarrollo de la imaginación: los mundos privados de la niñez”, en 1991.

En ambos textos se analizaba cerca de un centenar de casos de niños que en su día escribieron sobre compañeros imaginarios, países inventados y aventuras de toda clase,  para más tarde examinar como estos “universos íntimos infantiles” seguían interesándoles e influyéndoles en la vida de adulto.
 

Otro psicólogo infantil, Bruno Bettelheim, demostró que el niño va construyendo su pensamiento simbólico con dos herramientas básicas: el cuento y el juego. Pero no sólo por diversión, sino porque tiene una predisposición natural e inconsciente de poner en orden el caos interior y afectivo, exteriorizando fobias, conflictos y adquiriendo patrones que le ayudan a comprender la serie de obligaciones a la que lo someten  los adultos.
El Paracosmos es una réplica alegórica del mundo cotidiano, siendo la reinterpretación fantasiosa, lo que le permite enfrentarse a problemas muy reales.

Muchos de los grandes autores de la literatura infantil encajan en este perfil del niño que inventa y crea un Paracosmos:  Lewis Caroll con Alicia en el país de las Maravillas y James Mathew Barrie con Peter Pan desarrollaron sus respectivas novelas a partir de observar los juegos de los niños. Asimismo, otros escritores como Michael Ende con Momo o La historia Interminable, Tolkien con El señor de los Anillos, Clive Staples Lewis con Las Crónicas de Narnia, J.K Rowling con Harry Potter, L.F Baum con El Mago de Oz, etc…han desarrollado mundos alternativos con nuevas geografías, nuevas razas, nuevas formas arquitectónicas, nuevas leyes que rigen ese universo… creando un mestizaje de culturas y de géneros  de gran complejidad debido al gran número de personajes, tramas y espacios.

Un caso de Fibromialgia


Hace poco asistí a un seminario sobre un caso clínico de fibromialgia en ISEP. Acudí para ofrecerle a mi experiencia subjetiva los datos o visión de una experta en el tema. Tengo la suerte de no padecer esta enfermedad aunque sí vivirla de cerca como un gran muro que distorsiona emociones y realidades.
La psicóloga experta podía generalizar varios puntos clave a un sinfín de casos que llevaba en un hospital de Barcelona. Algunos de estos puntos clave eran:


-Acontecimiento vivido como traumático, en la mayoría de casos durante la infancia.

            -Un egocentrismo basado en el dolor físico y psicológico subjetivo. Entiéndase la palabra egocéntrica sin connotación negativa o como juicio de valor, sino como una visión que tiene el paciente de su vida como distorsionada y centrada en su propio dolor, que le impide salir de ese círculo vicioso.


     -Distorsiones cognitivas y emocionales de la realidad. Perciben el mundo a través del filtro del dolor continuo y muchas veces insoportable, lo que acaba en una interpretación errónea o muy distante de la realidad o de lo que la mayoría perciben.

     -Patologías asociadas como depresión, insomnio, agorafobia, trastorno por ansiedad…

    - Vivencias repetitivas de errores en diagnósticos médicos, tanto en el diagnóstico de la enfermedad, como posteriormente cuando surgen otras complicaciones y la medicina lo achaca todo a la misma fibromialgia. Arrastrando el paciente posibles y reales lesiones que agravan su estado físico y psicológico.

     - Sentimientos de frustración e incomprensión por parte del paciente y la misma familia, que no comprenden la enfermedad y no disponen de herramientas ni recursos para saber tratarla.

Pero mi duda seguía ahí: ¿se trata de una enfermedad que se genera a nivel biológico afectando después a nivel emocional?. ¿O bien a partir de un acontecimiento traumático no gestionado, no superado, se somatiza a través de esta enfermedad?, ¿se retroalimentan el uno al otro?.
Una cosa sí dejó clara la psicóloga. Aunque se habían encontrado ciertas alteraciones químicas, en sangre, tejidos, células, etc… no había pruebas que demostraran el origen o la causa de esta enfermedad. ¿Por qué no entonces dejar la química para los médicos y centrarnos en lo que sí puede ofrecer cambio en la calidad de vida de estos pacientes, como  el tratamiento psicológico?.
¿Cómo podría ayudar a estos enfermos la teatroterapia?. De entrada las personas con fibromialgia tienen una necesidad constante de verbalizar y expresar su malestar. Es posible que la teatroterapia pudiera ofrecerles estrategias y recursos para expresar este malestar de otras maneras, o incluso canalizarlo y transformarlo en otra cosa. La necesidad incesante de explicar el dolor que sienten no hace sino cargar al cerebro de mensajes negativos que estoy segura condicionan la no mejoría de la persona. 
¿Podríamos canalizar esa expresión del dolor mediante alguna expresión más creativa como el dibujo, la escultura o el teatro?. ¿Sería posible materializar el dolor y hacerle mantener una charla con la persona?. ¿Y a través de la expresión corporal, teatralizar el dolor, y usarlo como objeto o cómo sujeto?. ¿Conseguiríamos de esta manera tenerlo y controlarlo en nuestras manos al menos durante un rato?. ¿Serviría de algo el apoyo de un grupo terapéutico para ayudar a darle cara y ojos a ese dolor?.  ¿Podrían revivir la experiencia traumática desde fuera como observadores?. ¿Sería la teatroterapia una manera de ayudarles a encontrar nuevas herramientas, estrategias y recursos para sobrellevar mejor el dolor, para sentirse más comprendidas y hacerse comprender por familiares y amigos?. ¿Se podría conseguir aligerar alguna sintomatología o al menos gestionar el dolor de otra forma?.
En fin, se abren múltiples posibilidades al pensar como podría ayudar la teatroterapia a estas personas. Y yo abro mi mente y mis posibilidades para quizá plantearlo, materializarlo y llevarlo a cabo.

Por Mª Carmen Pedrosa

lunes, 11 de junio de 2012

¿Qué es la Teatroterapia?

Por Mary Pedrosa Barrios.


Independientemente de las definiciones o conocimientos bibliográficos y teóricos, que se pueden rescatar en los libros para que no se escape ningún concepto importante, existe una vivencia personal de teatroterapia en mi y en cada una de las personas que la vive.

Esta vivencia es una transformación de cuerpo y mente. La teatroterapia no es sólo un conjunto de técnicas que dos disciplinas unen en un beneficio común. A través de la teatroterapia tomamos conciencia de la infinidad y complejidad de los procesos mentales y como éstos de una manera u otra afectan, condicionan, emergen, bloquean, liberan, etc a las personas. Y a través del teatro, la danza, el dibujo, el arte, podemos llegar a comprender mejor estos procesos.
La teatroterapia hace que a partir de la expresión corporal se abra nuestro mundo emocional y surja de manera simbólica, figurada, latente o bien manifiesta o explícita y de igual modo la persona busque su propio potencial y sus propios recursos para comprender, aceptar, mejorar o modificar su yo o su entorno y en definitiva para sentirse más feliz.

La teatroterapia es la puerta para acceder a una fuente inmensa de recursos que la persona puede autodescubrir y hacerse suyos. Es un viaje al propio self del pasado, presente o futuro para revivir o experimentar mediante el juego teatral y sentir antiguas o nuevas emociones que con la distancia estética se observan y viven desde otra perspectiva diferente.

La teatroterapia es la oportunidad a la diversidad de yos y de realidades diferentes. Es la oportunidad a la experiencia y la vivencia del cambio, la oportunidad del saber, conocer y comprender. Es la oportunidad del sentir toda la complejidad del mundo emocional humano.