domingo, 30 de septiembre de 2012

Taller de Teatroterapia en Palafolls


El pasado mes de mayo hicimos un “tastet” de Teatro Terapéutico en el Casal de la Dona de Palafolls. Fueron cinco sesiones semanales de hora y media cada una donde bajo el título de:

“TeAtre…ves?”

nos atrevimos a investigar con nuestros cuerpos, nuestra voz y el movimiento el mundo del teatro como proceso de crecimiento y enriquecimiento personal. La idea principal era mostrar a los participantes una pincelada del abanico de oportunidades que nos ofrece el teatro para mejorar la autoestima, las relaciones interpersonales y para liberar tensiones, a través de juegos, improvisaciones, expresión corporal, Teatro Foro y mucho humor.
¡Fue una experiencia inolvidable!
Ya el primer día se creó cierta magia que unió al grupo y facilitó el diálogo y el acercamiento personal. Entre risas y sorpresas nos fuimos conociendo hasta el punto de crear complicidad y confianza entre todos los integrantes del grupo. Fue muy gratificante para mí ver cómo vivían cada ejercicio, cada juego… con esa alegría y dinamismo propios de gente con muchas ganas de aprender y de disfrutar de cada minuto, descubriendo juntos el tremendo poder del teatro, como si de un grupo de niñ@s se tratase.

La adaptación a la escuela de 0 a 3 años


La adaptación a la escuela de los más pequeños  es un proceso por el que, tanto niños, como padres y educadores se adaptan a un nuevo entorno, nuevas personas, nuevas maneras de hacer, vivir y sentir. Este proceso, como todo cambio, puede ser vivido con más o menos ansiedad, temor, frustración, culpabilidad, tristeza e incluso desesperación. Me referiré sobretodo al tipo de adaptación que se vive en la guardería, escoles bressol, llar d’infants,… que cubren la franja de edad de 4 meses a 3 años.

Consideremos que un niño está adaptado a la escuela cuando ya juega, come, se relaciona con otros niños o bien con la educadora (utilizaré esta palabra en femenino ya que la mayoría de profesionales de la etapa infantil son mujeres) y en definitiva hace lo propio para su edad y su propia personalidad. Que un niño siga llorando meses después  cuando la madre o padre le deja en la escuela por la mañana no quiere decir que el niño no esté adaptado. Estas son algunas emociones y conductas que se pueden trabajar para que el niño y el padre o madre no pasen ese maltrago durante todo el curso.

¿Y cuándo consideramos que los padres están adaptados?. Muchas veces en función de cómo ven al niño. Si su hijo está bien, ellos están bien y si está mal pues sufren y están mal. No son conscientes de que ellos son la parte más importante para que su hijo llegue contento a la escuela, que precisamente el proceso es al revés: si ellos están bien, tranquilos, confiados, normalizan la situación, dejan atrás o intentan al menos disimular delante del niño, la ansiedad y la tensión, su hijo se adaptará mucho más rápido.