martes, 31 de julio de 2012

El insomnio infantil, ¿un verdadero problema?

En los países desarrollados o en la sociedad del bienestar, la búsqueda por satisfacer las necesidades primarias queda relevada a un segundo plano. Tenemos sobreabastecimiento de comida, diversidad en las formas de descanso, relativa tranquilidad y seguridad de nuestro hogar y los nuestros, e infinitas posibilidades de mantener y conservar nuestro cuerpo y nuestra salud, además de una ciencia y una medicina que ayudan cuando eso deja de funcionar. La satisfacción de las emociones y los sentimientos pues, pasa a ser el protagonista de la historia. Todo lo que nos rodea se centra en cómo nos hace sentir. La sociedad del consumo que tiene como única finalidad, crear necesidades que no precisamos y vincular los objetos a una emoción artificialmente placentera que aparentemente nos hará más felices. Sin embargo, en el mundo infantil, por supuesto que buscamos la felicidad de nuestros pequeños, pero lo que realmente urge en un primer plano es satisfacer sus necesidades primarias (el comer, el dormir y una buena salud). Los aspectos emocionales se van configurando poco a poco a medida que pasan los meses y el desarrollo del bebé va permitiendo establecer un vínculo más complejo con sus padres.

 La satisfacción de estas necesidades primarias pasan a ser la preocupación y el desvelo de una mayoría de padres confusos y desorientados por la gran cantidad de información, opiniones, investigaciones, … de amigos, expertos, médicos, filósofos, especialistas, psicólogos, entendidos… que han probado, han oído que…, saben de… y que funciona esto o lo otro. Como casi nada en esta vida, excepto con las matemáticas y las ciencias, funciona con la resolución de una ecuación o por una pastillita perfectamente diseñada y administrada. Y ninguna fórmula o método tiene por qué funcionar con su hijo, aunque sí lo haya hecho con 10 niños que usted conozca. Como se suele decir, cada familia es un mundo, cada casa, cada persona, cada niño. Y cada niño es diferente a la hora de dormir.

viernes, 27 de julio de 2012

C. Rogers: la visión humanista en su cara más extrema


Del libro El proceso de convertirse en persona de Carl R. Rogers, expongo el controvertido capítulo número 13, donde Rogers explica de manera sincera, directa y criticable su concepción sobre la enseñanza y el aprendizaje. Leed y valorad ¿utopía?, ¿extremismo?, ¿realismo?, ¿aplicable?, ¿utilidad?,… 60 años después de estas declaraciones, el modelo educativo y de aprendizaje, al menos en nuestro país, sigue siendo muy dudoso y quizá concepciones del estilo de Rogers podrían al menos hacernos entrar en debate y cuestionarnos qué funciona y qué no.
(*)“…me había comprometido a participar en una asamblea organizada por la Universidad de Harvard sobre el tema “La influencia sobre la conducta humana; su enfoque en el aula”. Los organizadores me solicitaron que preparase una demostración de “enseñanza centrada en el alumno”, es decir, enseñanza basada en los principios terapéuticos aplicados a la educación.”
“ …comencé a escribir con la mayor honestidad de que era capaz acerca de mis experiencias en la enseñanza y el aprendizaje. Me alejé mucho de los psicólogos, educadores y colegas cautelosos; simplemente expresé lo que sentía con la seguridad de que si estaba equivocado, la discusión me ayudaría a corregirme.”
“… y en cuanto terminé mi exposición declaré abierta la discusión. Esperaba una respuesta, pero no precisamente el tumulto que se desató, ya que se manifestaron sentimientos muy intensos: muchos sintieron que yo representaba una amenaza para su trabajo, que en realidad me había expresado mal y que yo mismo no debía creer en algunas de las cosas que dije, pero se oyó también una que otra tímida voz de aprobación por parte de alguien que había sentido las mismas cosas que yo, pero nunca se había animado a expresarlas.”
“…rehusé defenderme replicando a las preguntas y ataques provenientes de todos los ángulos; en cambio, me esforcé por aceptar y empatizar con la indignación, frustración y críticas que surgían de los participantes; señalé que sólo había expresado algunos puntos de vista muy personales y que no había solicitado ni esperado que los demás estuvieran de acuerdo.”
“… escuché uno de los comentarios más significativos de uno de los miembros de la asamblea: Por usted, mucha gente no durmió anoche.”

sábado, 21 de julio de 2012

Recomendaciones del blog: Serie TV "en Terapia"


En el inicio de las vacaciones, os escribo la recomendación de una serie de televisión norteamericana, en mi opinión, una de las mejores que he visto, para que ahora que hay más tiempo libre, podáis disfrutar de esta pequeña obra maestra.
La serie “En terapia” o “In treatment” nos muestra las sesiones, en tiempo real, del psiquiatra-psicólogo Dr. Paul Weston (papel interpretado por el conocido actor Gabriel Byrne) con diferentes pacientes a lo largo de las semanas. Cada capítulo dura 30 minutos, siguiendo un orden semanal como si de la agenda de nuestro terapeuta se tratase. Los lunes podemos ver la terapia de una joven que solo sabe relacionarse con los hombres a través del sexo y que empieza a sentir cierta atracción hacia nuestro protagonista. Los martes, la terapia es con un piloto del ejército de los EEUU que arrastra un trauma sucedido en una operación militar. Los miércoles, el doctor lleva la terapia de una adolescente con tendencias suicidas y con bastantes secretos que ocultar. Los jueves asiste a terapia una pareja que intenta solucionar sus problemas conyugales  y los viernes el propio doctor Paul Weston hace terapia para hablar de sus problemas personales en su vida y con sus pacientes.
Probablemente para un psicólogo o psiquiatra con años de experiencia esta serie no pueda aportarle más que la curiosidad y el morbo de cada historia. Para los menos experimentados, para los aficionados a la psicología, para los que se interesan por las historias, por las personas, para los que les gusta escuchar y ser escuchados, esta serie puede engancharles.
Puedo asegurar que los 30 minutos que dura cada capítulo, donde sólo asistimos a diálogo puro y duro entre paciente y psicoanalista y los planos limitados que eso permite, entre las cuatro paredes de la consulta, no se hacen para nada aburridos ni lentos. Siempre quieres más. No sólo te atrapa la historia de cada paciente y cómo en cada sesión va abriendo poco a poco su caja de secretos. Te atrapa la sesión, como el Dr. Weston, a través de la palabra, pero NO a través del consejo ni una postura directiva, sabe llevar al paciente hacia los rincones más olvidados u oscuros de su vida emocional para confrontarlo y llegar así a una mejor comprensión de su conducta patológica.
He leído varias críticas y artículos sobre la orientación teórica y el estilo terapéutico que utiliza el Dr. Weston. De entrada, en la serie, parecen indicar que nuestro protagonista es psicoanalista. Algunos críticos comentan que no sigue completamente las directrices del psicoanálisis. Yo no soy una experta pero mi observación fue que el Dr. Weston o el guión de la serie, puede que sostenga sus bases sobre conceptos psicoanalíticos, pero en la sesiones se pueden ver prácticas cognitivo-conductuales e incluso humanistas. Es cierto que en algunos momentos, el Dr. Weston se pone directivo cuando el paciente ofrece muchas resistencias y es necesario un avance o dar un salto más en la terapia. Pero en general, se muestra empático, paciente, escucha muchísimo al paciente, respetando los silencios, no da consejos ni es directivo. Utiliza más estrategias verbales propias del Counseling para que el paciente llegue por sí mismo a las respuestas, encuentre por sí mismo sus propios recursos y estrategias para mejorar su vida.
Y esto último fue una de las cosas que más me interesó: “cómo conseguir que el paciente llegue a sus propias conclusiones,  a sus propias respuestas, sin ofrecer soluciones ni consejos, a través de la postura terapéutica, a través del espejo que le ofreces al paciente, a través de tu aceptación incondicional, de tu escucha empática, del acompañamiento en la catarsis y del saber escuchar sin juzgar”.