En el inicio de las vacaciones, os escribo la
recomendación de una serie de televisión norteamericana, en mi opinión, una de
las mejores que he visto, para que ahora que hay más tiempo libre, podáis
disfrutar de esta pequeña obra maestra.
La serie “En terapia” o “In treatment” nos
muestra las sesiones, en tiempo real, del psiquiatra-psicólogo Dr. Paul Weston
(papel interpretado por el conocido actor Gabriel Byrne) con diferentes
pacientes a lo largo de las semanas. Cada capítulo dura 30 minutos, siguiendo
un orden semanal como si de la agenda de nuestro terapeuta se tratase. Los
lunes podemos ver la terapia de una joven que solo sabe relacionarse con los
hombres a través del sexo y que empieza a sentir cierta atracción hacia nuestro
protagonista. Los martes, la terapia es con un piloto del ejército de los EEUU
que arrastra un trauma sucedido en una operación militar. Los miércoles, el
doctor lleva la terapia de una adolescente con tendencias suicidas y con bastantes
secretos que ocultar. Los jueves asiste a terapia una pareja que intenta
solucionar sus problemas conyugales y
los viernes el propio doctor Paul Weston hace terapia para hablar de sus
problemas personales en su vida y con sus pacientes.
Probablemente para un psicólogo o psiquiatra
con años de experiencia esta serie no pueda aportarle más que la curiosidad y
el morbo de cada historia. Para los menos experimentados, para los aficionados
a la psicología, para los que se interesan por las historias, por las personas,
para los que les gusta escuchar y ser escuchados, esta serie puede
engancharles.
Puedo asegurar que los 30 minutos que dura
cada capítulo, donde sólo asistimos a diálogo puro y duro entre paciente y
psicoanalista y los planos limitados que eso permite, entre las cuatro paredes
de la consulta, no se hacen para nada aburridos ni lentos. Siempre quieres más.
No sólo te atrapa la historia de cada paciente y cómo en cada sesión va
abriendo poco a poco su caja de secretos. Te atrapa la sesión, como el Dr.
Weston, a través de la palabra, pero NO a través del consejo ni una postura
directiva, sabe llevar al paciente hacia los rincones más olvidados u oscuros
de su vida emocional para confrontarlo y llegar así a una mejor comprensión de
su conducta patológica.
He leído varias críticas y artículos sobre la
orientación teórica y el estilo terapéutico que utiliza el Dr. Weston. De
entrada, en la serie, parecen indicar que nuestro protagonista es psicoanalista.
Algunos críticos comentan que no sigue completamente las directrices del psicoanálisis.
Yo no soy una experta pero mi observación fue que el Dr. Weston o el guión de
la serie, puede que sostenga sus bases sobre conceptos psicoanalíticos, pero en
la sesiones se pueden ver prácticas cognitivo-conductuales e incluso
humanistas. Es cierto que en algunos momentos, el Dr. Weston se pone directivo
cuando el paciente ofrece muchas resistencias y es necesario un avance o dar un
salto más en la terapia. Pero en general, se muestra empático, paciente, escucha
muchísimo al paciente, respetando los silencios, no da consejos ni es
directivo. Utiliza más estrategias verbales propias del Counseling para que el
paciente llegue por sí mismo a las respuestas, encuentre por sí mismo sus
propios recursos y estrategias para mejorar su vida.
Y esto último fue una de las cosas que más me
interesó: “cómo conseguir que el paciente llegue a sus propias
conclusiones, a sus propias respuestas,
sin ofrecer soluciones ni consejos, a través de la postura terapéutica, a
través del espejo que le ofreces al paciente, a través de tu aceptación
incondicional, de tu escucha empática, del acompañamiento en la catarsis y del
saber escuchar sin juzgar”.